Arraigado en el corazón de la provincia de Misiones, Argentina, un productor yerbatero, ha emprendido un viaje guiado por el compromiso de proteger el ambiente. Su empeño ha sido acompañado por la Fundación Hora de Obrar, a través del proyecto Crece Selva Misionera: con 190.000 árboles nativos plantados a lo largo de 390 hectáreas y más de 2200 personas sensibilizadas en tres años y medio, esta visión transformadora ha demostrado resultados positivos en la región.
Crece Selva Misionera: restaurando el corazón verde de Misiones
La provincia de Misiones se encuentra en el noreste de Argentina, cerca de la frontera con Brasil y Paraguay. Es una de las provincias más pequeñas en términos de superficie, pero es una de las más densamente pobladas. En esta triple frontera se entremezclan culturas, identidades y lenguas, de origen nativo, guaraní, suizo, portugués, polaco, alemán e italiano.
Algo de esta mixtura se puede reconocer en Marino Jungblut, un pequeño productor yerbatero oriundo de la localidad de Ruiz de Montoya. La tierra que cultiva Marino, no es simplemente un medio de vida; es un legado. A sus 65 años, a punto de jubilarse, el vínculo familiar con su chacra ha atravesado generaciones: "Esta chacra era de mi padre, y he estado a cargo durante muchos años. En unos años espero que mi hija tome la posta", comenta con orgullo.
Esta provincia no solo es conocida por sus Cataratas del Iguazú. Sino también por lo que queda vivo de su exuberante Selva Paranaense, hogar de numerosas especies de animales y plantas, que se extiende por Argentina, Brasil y Paraguay. Misiones, capital nacional de la biodiversidad, posee el mayor bloque de selva continua que aún permanece en pie, ocupando cerca del 50% de la superficie de la provincia.
Sin embargo, actualmente se conserva menos del 8% del Bosque Atlántico. Esta pérdida de biodiversidad y degradación se debe a la expansión sin control de la frontera agropecuaria, a la sobreexplotación del bosque, al desarrollo de represas y otras obras de infraestructura, que dejan un paisaje fragmentado, y a la caza ilegal de fauna silvestre. No es casual, con este modelo económico extractivo, que la pobreza afecte a aproximadamente la mitad de la población misionera.
La necesidad de proteger y conservar la selva paranaense, no solo como un patrimonio natural, sino también como un sustento para las comunidades locales, se vuelve imperante. Solo así se podrá construir un futuro sostenible. Con este objetivo, la Fundación Hora de Obrar, diseñó el proyecto Crece Selva Misionera. Hora de Obrar es una iniciativa de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, de tradición unida, luterana y reformada, que entiende que el cuidado del ambiente es una responsabilidad de todos los cristianos y cristianas, que deben protegerlo para las futuras generaciones.
Con este compromiso de fe, el proyecto Crece Selva Misionera se centra en mitigar los efectos del cambio climático, combatir la deforestación, fomentar la reforestación y reconvertir los sistemas de producción, con un enfoque integral, que está demostrando muy buenos resultados en la región.
Restauración de la selva y reconversión de los sistemas productivos
La reforestación de árboles en cultivos agrícolas es crucial para mitigar y adaptarse al cambio climático. Actúan como sumideros de carbono, reduciendo la concentración de gases de efecto invernadero y el calentamiento global. Dan sombra y regulan la temperatura. A su vez, mejoran la calidad del suelo, aumentando la capacidad de retener agua y resistir sequías. De esta manera, la diversificación de cultivos con árboles nativos aumenta la resiliencia y protege los cultivos de daños causados por fenómenos climáticos cada vez más extremos.
Marino conoce el contexto ambiental de su provincia y sus preocupaciones acerca del ambiente lo impulsaron a buscar formas de mejorar sus prácticas agrícolas, especialmente en relación con su producción de yerba mate. “La idea es conservar la tierra y la naturaleza. Que nuestros descendientes puedan seguir disfrutando de todo lo que Dios creó… Yo tengo la intención de seguir con esto mientras tenga fuerzas”.
Acompañado por la Fundación Hora de Obrar, Jungblut se embarcó en una transformación decidida de su chacra. Su objetivo es reintroducir árboles nativos y plantas frutales en sus campos y fomentar un ecosistema próspero. Reconociendo los numerosos beneficios de combinar la agricultura tradicional con especies autóctonas, abrazó los métodos agroforestales como parte integral de su visión.
"Una de nuestras principales actividades es la reforestación de los ambientes naturales en la selva misionera, así como la reconversión de los sistemas de producción en las chacras de la región, especialmente en las de yerba mate. Esta especie tiene sus raíces en la selva paranaense, por lo que la incorporación de especies nativas en las chacras de yerba mate es altamente beneficiosa", señala Mara Schedler, ingeniera agrónoma del equipo de la Fundación Hora de Obrar, mientras acompaña a Marino a encontrar un sitio para plantar nuevos árboles.
Caminar entre las líneas de yerba mate de Marino es prueba del éxito de esta estrategia. Plantas nativas y yerba mate conviven en armonía aprovechando la sombra que brindan los árboles nativos. Aquellos de gran porte son excelentes exploradores del suelo, capturando y absorbiendo nutrientes en profundidad y liberándolos en la superficie a través de la caída de hojas. Además, mejoran la porosidad del suelo, lo que favorece la infiltración del agua.
“En Misiones, donde los suelos han sufrido degradación y compactación debido a prácticas agrícolas tradicionales, la presencia de árboles se convierte en una herramienta fundamental para restaurar la fertilidad química, física y biológica de las chacras”, explica Mara. Además, atraen a diversas especies de aves, que juegan un papel importante en la cadena trófica y contribuyen al control biológico de plagas.
Creciendo en conjunto: una red verde de colaboración
El trabajo articulado con diversos sectores e instituciones de la provincia (como reservas naturales, municipios, universidades, escuelas y otros organismos públicos) es un aspecto fundamental de "Crece Selva Misionera".
"Una parte crucial del proyecto es la colaboración con redes y organizaciones de la sociedad civil y el Estado. Además de la participación en la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico, trabajamos en estrecha colaboración con el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), a través del cual logramos incorporar plantines nativos en el esquema agroforestal yerbatero. Gracias a acuerdos y convenios de cooperación, muchos productores han incorporado estas plantas, diversificando y mejorando el cuidado de sus chacras", destaca Nahuel Gravano, responsable de proyectos ambientales de Hora de Obrar.
Este enfoque ha llevado a aumentar significativamente la demanda de plantines en la provincia desde el inicio del proyecto, en 2020. En respuesta, los viveros misioneros incrementaron la producción de árboles nativos y frutales, generando así un nuevo ecosistema en torno a la plantación masiva.
“Antes del impulso de Crece Selva Misionera, los productores locales no demandaban nativas en cantidad. Por lo tanto, los viveros no se arriesgaban a producir”, explicó Gravano: “Hoy se garantiza una demanda estable de nativas desde el proyecto a entre cuatro y seis viveros”.
A su vez destacó otro aspecto importante del proyecto: la sensibilización y capacitación. “Familias productoras y organizaciones prueban el modelo progresivamente. Los buenos resultados están a la vista y el boca en boca los motiva a adoptar espontáneamente prácticas agroecológicas”.
La experiencia de Marino Jungblut es solo una muestra del éxito del proyecto "Crece Selva Misionera", que ya plantó aproximadamente 190.000 árboles nativos a lo largo de 390 hectáreas, en 39 municipios, y sensibilizó a más de 2200
personas en tres años y medio. Por este camino, hacia mediados de 2024, Hora de Obrar proyecta alcanzar la meta de al menos 250.000 árboles reforestados.
Esta visión transformadora ha demostrado que la combinación de métodos agroforestales y la reintroducción de árboles nativos no solo beneficia a la producción de yerba mate, sino que también revitaliza el ecosistema en su conjunto.
Es un ejemplo inspirador para familias agricultoras y un testimonio vivo del poder de la colaboración entre las comunidades y las organizaciones comprometidas con la protección y restauración del ambiente. La dedicación de Marino a la conservación de la tierra para las futuras generaciones es evidente. Mientras contempla el legado que espera dejar a su hija, su voz rebosa de entusiasmo: "Mi hija actualmente está estudiando agronomía y comparte los mismos ideales. Planea continuar el trabajo de conservación y construir sobre lo que he comenzado. Espero que estos esfuerzos permanezcan en el tiempo, que la Fundación continúe proporcionándonos plantines y que nuestro trabajo produzca resultados valiosos, garantizando que las futuras generaciones también puedan disfrutar de la biodiversidad misionera".
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Datos significativos
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El Bosque Atlántico alberga una sorprendente biodiversidad en la costa oriental de Brasil, Argentina y Paraguay.
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Más de 148 millones de personas dependen de los servicios proporcionados por el Bosque Atlántico, incluyendo agua, energía y protección del suelo.
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El Bosque Atlántico alberga el 7% de las especies de plantas y el 5% de las especies de animales vertebrados del mundo. Muchas de estas especies son endémicas y no se encuentran en ningún otro lugar del planeta, lo que hace que su protección sea aún más crucial.
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Misiones posee el mayor bloque continuo de selva paranaense, ocupando cerca del 50% de la superficie de la provincia.
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Proyecto "Crece Selva Misionera"
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○ Más de 190.000 árboles nativos plantados en 390 hectáreas de Misiones.
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Meta proyectada: al menos 250.000 árboles reforestados para mediados de 2024.
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Más de 2200 personas sensibilizadas en solo tres años y medio.
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Los árboles actúan como sumideros de carbono. Absorben el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y ayudan a reducir la concentración de gases de efecto invernadero.
- La incorporación de árboles nativos en los sistemas de producción agrícola aumenta la resiliencia de los cultivos, protegiéndolos de daños causados por tormentas y fenómenos climáticos adversos.
Acerca de la Fundación Protestante Hora de Obrar
Hora de Obrar trabaja para el desarrollo social y ambiental en Argentina, Uruguay y Paraguay. Es una iniciativa de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, inspirada en un compromiso de fe por un mundo más justo, equitativo y solidario. Por eso, desde 2014 desarrolla y acompaña proyectos sociales y ambientales, para promover y defender los derechos de las personas en situación de mayor vulnerabilidad y preservar el ambiente para las generaciones futuras. Hora de Obrar trabaja a partir de 5 ejes temáticos: desarrollo comunitario, justicia climática, pueblos originarios, justicia de género y fortalecimiento diacónico. Más información en www.horadeobrar.org.ar
Acerca de la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico
Es un movimiento multisectorial integrado por organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, comunidades locales y el sector privado, que cubre la Ecorregión Trinacional del Alto Paraná en Argentina, Brasil y Paraguay, involucrando a diferentes actores en la recuperación del Bosque Atlántico y sus servicios ecosistémicos.
Acerca del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado el período comprendido entre 2021 y 2030 como Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. El Decenio, dirigido por el PNUMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el apoyo de sus asociados, tiene por objeto prevenir, detener y revertir la pérdida y degradación de los ecosistemas en todo el mundo. Su objetivo es recuperar miles de millones de hectáreas de ecosistemas terrestres, costeros y acuáticos. El Decenio de las Naciones Unidas constituye un llamamiento mundial a la acción que reúne el apoyo político, la investigación científica y los recursos financieros necesarios para fomentar masivamente la restauración.
Acerca del Flagship Pacto Trinacional del Bosque Atlántico
La Iniciativa emblema (Flagship) conecta a los tres países (Argentina, Brasil, Paraguay) y a dos coaliciones de múltiples partes interesadas que reúnen a instituciones para articularse sobre la Restauración del Paisaje Forestal a gran escala. Con más de 370 instituciones, está promovido por el Pacto para la Restauración del Bosque Atlántico y la Alianza Trinacional para la Restauración del Bosque Atlántico. Juntos, los dos movimientos ofrecen una solución única para la restauración a gran escala durante el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas: restaurar a nivel trinacional, en un movimiento participativo. Este movimiento transfronterizo promueve enfoques integradores para proteger y restaurar, fortaleciendo la gobernanza y la articulación de la sociedad, para transformar el comportamiento de las personas e incentivar las políticas públicas. Fomenta el empoderamiento y la capacidad de los actores de la restauración, promoviendo un amplio compromiso, el intercambio de conocimientos en un enfoque descentralizado y estimulando también la implementación de la restauración.